Como viene siendo habitual en las entradas de los lunes, los micros que en ellas aparecen intentan dar voz a nuevos valores dentro del panorama literario. Los micros son una pequeña muestra de su labor escritoril, y el de hoy viene de la mano de un sevillano que firma como AC Ojeda. Con vosotros, Huidiza Creatividad.
- ¡Un
cazamariposas! ¡Eso es lo que necesito!
Se fue a la tienda convencido de que la mejor opción para su problema era ese artilugio que servía para atrapar insectos. Al fin y al cabo él necesitaba algo para atrapar cosas.
Quino siempre estaba ideando cosas que después caían en sacos rotos. Proyectos que terminaban por salir de su cabeza en busca de otra mejor en la que anidar. Pero estaba seguro de que gracias a su nuevo cacharro conseguiría solventar la situación.
Con paso firme entró en la ferretería más cercana de su casa, se dirigió hacia el mostrador y le dijo al tendero:
- ¡Quiero un… - En ese momento sus ojos se cruzaron con un destornillador de estrellas que descansaba sobre una de las estanterías metálicas y recordó los cuadros que su mujer le había pedido que colgase días atrás. -…destornillador!, eso quiero.
Salió de la tienda con el destornillador en la mano, sonriente. Por fin iba a colgar aquellos malditos cuadros que tantos dolores de cabeza le habían dado.
Se fue a la tienda convencido de que la mejor opción para su problema era ese artilugio que servía para atrapar insectos. Al fin y al cabo él necesitaba algo para atrapar cosas.
Quino siempre estaba ideando cosas que después caían en sacos rotos. Proyectos que terminaban por salir de su cabeza en busca de otra mejor en la que anidar. Pero estaba seguro de que gracias a su nuevo cacharro conseguiría solventar la situación.
Con paso firme entró en la ferretería más cercana de su casa, se dirigió hacia el mostrador y le dijo al tendero:
- ¡Quiero un… - En ese momento sus ojos se cruzaron con un destornillador de estrellas que descansaba sobre una de las estanterías metálicas y recordó los cuadros que su mujer le había pedido que colgase días atrás. -…destornillador!, eso quiero.
Salió de la tienda con el destornillador en la mano, sonriente. Por fin iba a colgar aquellos malditos cuadros que tantos dolores de cabeza le habían dado.

Lo mejor es usar una navaja multiuso (Destornillador/cazamariposas/sintonizador TDT)
ResponderEliminarCuántas veces ocurre ¿verdad? anteponemos las necesidades de los demás a las propias. Un muy buen relato que, en mi opinión, dice más de lo que aparenta.
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