25 may 2009

Evasión

.- ¿Esa es tu última voluntad? -le dijo - ¿Leer un libro?
.- No es un libro cualquiera, es mágico -respondió el joven reo.
.- Sí, bueno. No creo que te de tiempo a leerlo -dijo el guardia al retirarse sonriendo por el pasillo - Al alba vendremos por ti!
Permaneciendo inmóvil frente a los barrotes, sintió como la vida se marchaba a través de ellos abandonándole.
Entonces reparó en el libro. “El cuento” se llamaba. Fue lo único que conservaba de su abuelo. Recordó como cada noche de luna llena le contaba que los cuentos cobraban vida. Y esa noche allí estaba ella, cómplice del momento.
Y comenzó a leerlo…
En noche de luna llena, has venido a mi encuentro, en la peor de tus pesadillas, cuando ruge el mar y truenan los infiernos, se abre, a la velocidad del viento, la puerta de tu sueño.
Al alba, cuando abrieron la puerta hallaron la celda vacía.

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