Aun cerrando los ojos se sentía mareada, intentó recordar las palabras de su agente, esa que la había llevado casi a rastras al set de rodaje, del que decían sería el remake del siglo.
Con las manos tapándose los oídos, maldijo su buena suerte, sus rizos rubios, su acento de Kansas y el nombre que le puso su padre. Todo aquello la convirtió en la candidata ideal según la directora de casting la señorita West, la misma que le gritaba ahora mismo.
Dorothy contó hasta tres y abrió los ojos. El tornado había arrasado con todo y con todos. Aplastada bajo su caravana encontró a la señorita West. Fue fácil de reconocer…siempre llevaba zapatos rojos.
Como cambia la película desde el prisma de Deprisa XDDD
ResponderEliminarFer
Suerte en el concurso blogero.
ResponderEliminarSiempre quise llamarme Dorothy, y poder maldecir como una camionera...
B7s
L:)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo tengo unos zapatos rojos que hago entrechocar al grito de:
ResponderEliminar"TAKE
ME
HOME!!!"
Un besote,
Mun
Jejejejeje ¡Toda una perversión! xDDDD
ResponderEliminarQue buen remake, chicos.. Me encanta.
ResponderEliminarVoy a darme una vuelta por aqui, siguiendo el camino de baldosas amarillas.
Athman.
buena entrada, sí señor.
ResponderEliminarHoy en dia que se hacen remakes de obras maestras para hacer dinero en vez de cine... Esta bien ese giro de la realidad, ironia macabra.
ResponderEliminarEn realidad también se encuentran algunas brujas del oeste y bien feas, como dicen por ahí "sucede en las peliculas, sucede en la vida real"
ResponderEliminarBuen post
Saludotes