
–Pienso dominar el mundo, ser el amo y señor del universo y destruir la Tierra.
–Pues me parece estupendo.
–…¿Cómo?
–Que adelante, que hagas lo que te dé la gana. Yo no te voy a quitar la ilusión. Si total, todos tenéis esa extraña manía de querer conquistar el planeta y destruirlo…
–¡P-p-pero tú eres el bueno!
–Ya. ¿Y?
–¡Joder! ¡Que para algo estás aquí! ¡Para luchar contra mí e impedírmelo!
–¿Y por qué debo hacerlo?
–¡Porque la cosa va así! Yo soy el malo. Yo vengo con mis siniestros planes de destruir el planeta, entonces apareces tú, luchamos con nuestros superpoderes, me matas y devuelves la paz a la Tierra. ¡Siempre ha funcionado así!
–Ya decía yo que tenía cierto déjà vu…
–¿¿No vas a pelear??
–No.
–¡Joder, que los terrícolas confían en ti y en tu fuerza!
–Normal. Están acostumbrados a que les saque las castañas del fuego. Pero hoy paso.
–¿Así que no vas a impedirme que me cargue el mundo?
–Ánimo. Éstos ya te han allanado el camino.
–¡¿Qué!
–¿Estás ciego o qué? ¿Quieres que te lleve a dar una vuelta por aquí? ¿Te enseño todas las guerras estúpidas que hay desatadas, cómo se van derritiendo los polos, los efectos del cambio climático, la extinción de algunas especies, la contaminación…?
–Qué dices…
–Y espérate que te presente a los humanos. Entonces me entenderás.
–¡Pero si la Tierra es hermosísima!
–Uy, hace ya mucho tiempo de eso, ahora ya…
–…Era un planeta muy bonito, lleno de lugares preciosos, en el que vivían criaturas fabulosas… Era un planeta tan bello, tan paradisíaco… Por eso lo quería para mí…
–Pues, sinceramente, no te estás perdiendo nada.
–...
–...
–¿Nos vamos a tomar unas cañas?
–Vale. Yo invito.
Imagen: Fondos y pantallas gratisSi te ha gustado vótanos en los premios bitácoras en la categoría de cultura.