Quería ser el mandamás, pero ya no podía mandar ni correos electrónicos. Quería ser el hombre del momento, pero ahora sólo maldice el momento en el que dejó de ser un hombre.
Max Perkins, el famoso multimillonario que descubrió y se bañó en la fuente de la eterna juventud quería volver a ser Max Perkins, el famoso multimillonario.
Odiaba ser un niño de cinco años con una fortuna que no podía administrar; odiaba la ausencia de responsabilidad y de preocupaciones que provocaran insomnios; odiaba hacer las cosas por el simple placer de hacerlas, sin un motivo o ambición que las secundase; odiaba la ingenuidad y la inocencia, la felicidad del ignorante y que nunca tuvieran en cuenta sus palabras.
Quería volver a tener la edad mínima para beber y montar una bacanal en su yate, volver a ser el hombre irresistible que era cuando sacaba su billetera, encender un gran puro mientras ponía a un fiel trabajador de patitas en la calle.
La vida así no tenía ningún sentido. Sin OPAs hostiles, ni abogados, ni trasnochar en su despacho, ni difamar sobre otras grandes empresas, ni hundir pequeños negocios, ni competencia desleal, ni úlceras estomacales, ni marketing agresivo, sentía un vacío vital que era imposible llenar con tardes de fútbol en el parque, tebeos o golosinas.
Un amigo le dijo una vez que había estado malgastando su vida al dedicarse solamente a su trabajo en vez de buscar la felicidad. Ahora sentía el pesar de haber tirado por la borda los últimos catorce años en la búsqueda de esa maldita fuente.
Max Perkins, el famoso multimillonario que descubrió y se bañó en la fuente de la eterna juventud quería volver a ser Max Perkins, el famoso multimillonario.
Odiaba ser un niño de cinco años con una fortuna que no podía administrar; odiaba la ausencia de responsabilidad y de preocupaciones que provocaran insomnios; odiaba hacer las cosas por el simple placer de hacerlas, sin un motivo o ambición que las secundase; odiaba la ingenuidad y la inocencia, la felicidad del ignorante y que nunca tuvieran en cuenta sus palabras.
Quería volver a tener la edad mínima para beber y montar una bacanal en su yate, volver a ser el hombre irresistible que era cuando sacaba su billetera, encender un gran puro mientras ponía a un fiel trabajador de patitas en la calle.
La vida así no tenía ningún sentido. Sin OPAs hostiles, ni abogados, ni trasnochar en su despacho, ni difamar sobre otras grandes empresas, ni hundir pequeños negocios, ni competencia desleal, ni úlceras estomacales, ni marketing agresivo, sentía un vacío vital que era imposible llenar con tardes de fútbol en el parque, tebeos o golosinas.
Un amigo le dijo una vez que había estado malgastando su vida al dedicarse solamente a su trabajo en vez de buscar la felicidad. Ahora sentía el pesar de haber tirado por la borda los últimos catorce años en la búsqueda de esa maldita fuente.
Imagen de ~niiicoley.
Ya lo dice un viejo proverbio: Cuidado con lo que deseas, no sea que se haga realidad...
ResponderEliminarJuventud aquí no es divino tesoro, jaja.
ResponderEliminarTremendo el relato. Siempre he pensado que cuanto más nos alejamos de ser niños, más lo hacemos de la felicidad.
Muy chulo
ResponderEliminar¿Quien no echa de menos ir al parque y jugar en la arena?
Un saludo
Veo dos partes distintas en la misma historia. 1/ La parte del que desea una vida normal con las dificultades y problemas, pues esos nos hacen apreciar mas lo que de otro modo dariamos por descontado. 2/ La parte que el personaje echa de menos es ser un joputx. Asi que el lector se alegra de que el tipo sea lo suficientemente rico para dedicarse a tocarse los cataplines y no joder a los demas. Yo siempre les deseo felicidad a mis enemigos, para que dejen de joderme, y creo que este relato refleja eso en cierta manera. Saludos
ResponderEliminarPues, yo tampoco se sí sería feliz, volviendo a ser niño, me perdería a un monton de gente que he conocido por el camino hacia la edad adulta, entre ellos, las tres personas más importantes de mi vida, mi hija, mi mujer, y mi fúturo hijo/a.
ResponderEliminarSaludos
Anciano no, niño tampoco, si fuésemos eternamente adolescentes, seguro que también lo llegaríamos a odiar, Pero mientras no llegase ese momento, jooo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Despues siempre extrañamos lo que no tenemos...
ResponderEliminarla verdad, yo no extrañaría las "preocupaciones que provocaran insomnios" ... en fin...
Aun así hay quienes que si tuvieran enfrente la posibilidad de empezar de nuevo, responderían con un rotundo "Sí"...
Siempre atenta
Staywithme..
A veces desear es peligroso :). Si debo confesar que he querido ser pequeña , pero son solo momentos nada más (no lo deseare mucho , por que o sino ...)
ResponderEliminarSaludos
Nunca estamos contentos con nada porque, como decía mi profe de audiovisuales: 'Realmente no deseamos conseguir las cosas que deseamos. Deseamos desear, para que el deseo, que es el que nos mantiene expectantes y felices ante la perspectiva de conseguirlo, dure para siempre.'
ResponderEliminarTenía más razón que un santo.
Señores pasaba a felicitarlos por el primer lugar en la categoría de "cultura", el segundo lugar en los "Premios de los blogueros", el 5to puesto en "Mejor diseño"
ResponderEliminarMuchos reconocimientos y realmente merecidos :)
Les mando un abrazo y que sigan los éxitos :)
Si es que la felicidad no hay que ir a buscarla a ninguna parte, es cuestión de fijarnos un poco más porque está más cerca de lo que creemos.
ResponderEliminarSeguramente la vida así no tiene sentido, aunque las cosas que Max Perkins echa de menos no son las que yo mencionaría...
ResponderEliminarRelato muy chulo :)
Toda etapa de la vida tiene su momento feliz. Solo hay que saber disfrutarlo bien. Es un gran relato, me gustó. Un besote
ResponderEliminarTenemos que sacar lo bueno de cada etapa de la vida, si es necesario exprimirla para que nunca podamos decir que hubo cosas que en cada etapa se quedaron pendientes y llegar hasta la vejez habiendo disfrutado de las vivencias de la niñez, la juventud, la madured, en definitiva de la vida.
ResponderEliminarCada momento de la vida es único e irrepetible, hay radica su encanto. Yo intento disfrutar cada uno de ellos como si fuera la mejor etapa de mi vida y.... bueno no me va mal del todo jijijiji
ResponderEliminarEnhorabuena por el premio de 20minutos, Deprisa.
ResponderEliminarTe saluda la hormiga ;-)
Coño... pero no puedes ser algo más mayor?
ResponderEliminar;)
Besicos
muy bueno, me gusta, esta bastante bien!!! por cierto muchisimas felicidades por tu premio en los premios 20 blogs!! te lo mereces!!!!
ResponderEliminarun saludo Jonay
Aconsejo encarecidamente el libro "La fuente de la edad" de Luis Mateo Diez.
ResponderEliminarBesitos/azos.
Es curioso cómo los adultos deseamos ser niños y los niños adultos. Me ha gustado mucho este relato tuyo, plasma esa idea a la perfección. Sinceramente, creo que es el mejor que tienes.
ResponderEliminarUn beso,
Mun
Felicidades por el premio...muy merecido...creo que lo más importante de este magnate que ha retrocedido unos cuantos peldaños en su vida, es que ya no lo tenemos en la nuestra...la niñez lo hizo inmune pero no inocente
ResponderEliminarEl dinero no da la felicidad...ni la joventud...
ResponderEliminarencambio espero que os depare mucha felicidad el premio de 20minutos!
Enhorabuena!:)
Vaya caprichoso millonario!!!el q lo ha tenido todo igual no valora las cosas...no se!!yo beberia d la fuente hasta "jartarme"jajaja
ResponderEliminarSaludos de la chica pequeña.
Nunca se va a estar contento con lo que se tiene, somo así de necios... Pero tengo una duda, si bebió de la fuente esa y retrocedió tanto en edad, seguirá siendo más y más jven hasta desaparecer y volver al útero materno¿? ;P
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡¡
ei gracias por pasarte por mis lejanas tierras.
ResponderEliminarNo te conocía y he leído cosas muy buenas, me han encantado los cuentos del niño zombi.
unabrazo!
Hombre no se... la felicidad es el camino no el fin.. ¿no?
ResponderEliminarSaludos.
Pues yo también he deseado alguna vez volver a ser pequeño, y carecer de las responsabilidades que ahora tengo.
ResponderEliminarEs verdad que las experiencias y conocimientos que he adquirido me llenan por dentro y no me los quita nadie, pero cuanto más conocimiento tengo, más quiero y al final es un círculo vicioso en el que nunca se logra alcanzar la felicidad porque no se puede llegar a la plenitud.
Qué envidia les tengo a esos adultos ignorantes que sólo se preocupan de ver una serie o de conjuntar la ropa a las mañanas, y no tienen mayor responsabilidad que tomarse el cafe/copas con l@s amig@s y fichar en el trabajo. Esas son las únicas personas realmente felices.
Que maquiavélico.
ResponderEliminarEstupendo relato.
Salu2
Enhorabuena por el premio, que alegría.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios, como tengo tan pocos es un orgullo que esos poquiños vengan de gente tan buena en esto.
Saludos.
O... de como todos desamos lo que no tenemos, y cuando lo tenemos... nos arrepentimos.
ResponderEliminarmuchísimas felicidades, niño, te lo mereces-
ResponderEliminarun besazo
Enhorabuena por el triunfo en la categoría de Cultura del premio 20blogs.
ResponderEliminarUn saludo
Pues en verdad que hay que ser desgraciado para echar de menos el estres,el pelear cada mañana,las preocupaciones y el ansia de poder..Joder,yo daria lo que fuera por recupoerar esa sensacion de sentirse niño otra vez,jugando despreosupado en la calle sin conocer lo dura que es la vida.
ResponderEliminarEntiendo que uno necesite nuevos retos para sentirse vivo y completo..pero que mayor reto que disfrutar de la vida en toda su extension y tener la oportunidad de volver a reencontrate contigo mismo?
Enhorabuena por tu primer puesto, me alegro de veras, ciertamente te lo mereces.
ResponderEliminarUn besito
Las ironías de la vida...
ResponderEliminarPor cierto, mis felicitaciones por el premio!!!!!! :) Sin duda, ha caído en unos buenos pares de manos...
Saludos,
Paula
No me metería en una de esas fuentes... a no ser que fuese la única forma de salvar a algún ser querido (como en las pelis). Mis hijos me han devuelto a una niñez que realmente nunca llegué a perder.
ResponderEliminaryo quisiera seguir siendo niño
ResponderEliminarA todos nos dió por hablar de envejecer...
ResponderEliminarEso sí, a tí con copyright y un estilo que me encanta.
Saludos.
Si es que cualquier tiempo pasado fue peor, sin duda...
ResponderEliminarFelicidades por el segundo puesto :-)
besos
Yo nunca dejare de ser niño y menos en epocas de crisis....
ResponderEliminarFelicidades Deprisa!
ResponderEliminarUn placer leer este breve relato.
Las promesas que le hacemos a ese niño que llevamos dentro, esos deseos incumplidos, nos persegiran siempre.
Un abrazo!
En primer lugar, mi felicitación por ese primer premio en cultura de los 20blogs, al equipo de Deprisa, deprisa.
ResponderEliminarY siguiendo con el microrrelato, comentar que detalla muy bien la esencia del "eterno inconformismo", tan innato en el ser humano.
Salu2
Estupendo texto, una vez más. Enhorabuena por tu primer puesto en el apartado de Cultura y por el subcampeonato en la General de los premios 20minutos. Ni que decir tiene que tu blog le da mil vueltas al que ha resultado ganador, pero en fin, todos sabemos que la calidad no es lo único que cuenta, sino también número de contactos, afinidad política,... y que hoy por hoy la cultura no está entre las prioridades de la mayoría de las personas.
ResponderEliminarEnhorabuena en cualquier caso, y por defender la cultura y el arte.
Buena reflexión, como siempre me hace pensar un ratito;)
ResponderEliminarEl max Perkins ... buen relato
ResponderEliminarSalud!
Jajajajajajja, es buenísimo! Tienes un gran ingenio para expresar cosas que ya sabemos desde un punto de vista totalmente único.
ResponderEliminarEcos de niño!! susurros de juventud divino tesoro.
ResponderEliminarFelicidades!!!!!!!!!!!!!!!!!! por el concurso!!!!
Y muchos besossss a todos
Ahora que por fin el otoño llega a mi ventana puedo ponerme a escribir de nuevo, y queria darte las gracias por acercarte a dejarme unas palabras, siento no haberte correspondido antes..como siempre es sumamente interesante leer tus relatos. Un beso enorme navegante.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con la opinión de Serwan... que verdad tan grande.
ResponderEliminarBueno amigo que paso para felicitarte por ese cuarto puesto provisional de la segunda jornada.
Besines y sonrisas
Un saludo y un abrazo. ¡Qué lo que deseas sea bueno para tí y no perjudique a nadie! creo que sería un buen proverbio.
ResponderEliminarAbrazos
Es imposible definirlo mejor. Su vuelta atrás olvidó quitarle la memoria y la experiencia.
ResponderEliminarFelicidades por el 20min.blogs. Os lo merecías.
Un abrazo
Ese/a niño/a sigue dentro de nosotros, rescatémoslo, pero sólo de vez en cuando.
ResponderEliminarSaludos.