15 may 2011
7 may 2011
MadriZ
Tras varios días de espera, decidió reanudar la marcha sola. Si algún otro lo conseguía seguiría sus pasos, se dijo así misma sin mucha convicción. Atrás quedaba la ciudad de Madrid, recordó lo ruidosa y amenazadora que le pareció cuando llego hace seis meses desde el pueblo y ahora, sumida en un mar de silencio resultaba aterradora.
Maldijo su decisión de no aprender a conducir, había muchos coches vacíos, podría haber usado uno para ir más rápido, aunque los primeros días los uso para dormir, la calefacción y algún cd abandonado hacia mas llevaderas las frías noches de Madrid. Dejo de dormir en ellos cuando una noche al entrar en uno, encontró a una familia entera dentro del coche, las miradas muertas fijas al frente y el gesto de horror de los padres solo eran comparable Al miedo que ella tenia de mirar a la parte de atrás, donde seguía atada la sillita del bebe…
Un llanto la devolvió al Madrid bullicioso y familiar donde su hijo reclamaba la atención de una madre, que dejaría por unos días de leer libros de zombis antes de dormir.
Maldijo su decisión de no aprender a conducir, había muchos coches vacíos, podría haber usado uno para ir más rápido, aunque los primeros días los uso para dormir, la calefacción y algún cd abandonado hacia mas llevaderas las frías noches de Madrid. Dejo de dormir en ellos cuando una noche al entrar en uno, encontró a una familia entera dentro del coche, las miradas muertas fijas al frente y el gesto de horror de los padres solo eran comparable Al miedo que ella tenia de mirar a la parte de atrás, donde seguía atada la sillita del bebe…
Un llanto la devolvió al Madrid bullicioso y familiar donde su hijo reclamaba la atención de una madre, que dejaría por unos días de leer libros de zombis antes de dormir.
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