Una vez al mes trabajo, me acerco a un pueblo, para contar cuentos a los niños a cambio de comida, les hablo del paraíso, de ogros y también de lobos.
Me suelen acoger en casa de alguno de esos pequeños, aunque siempre prefiero marcharme antes del alba, odio las despedidas y la comida dormida no grita cuando la atas... despertando a sus padres.
Hacéis del microrrelato un género de lo más potente. ¡Genial!
ResponderEliminarEl director de teatro con el que trabajo contrató al hombre lobo español para una de sus películas. me refiero a Paul Naschy alias Jacinto Santos. Es gracioso lo que cuenta de él.
ResponderEliminarMuy original. Un buen micro-relato.
ResponderEliminarSaludos, y un abrazo.
Que mal rollo me ha entrado con tan pocas palabras :S
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