Todo el mundo me habla de sus deseos: El tener una mujer exuberante entre los brazos, el saborear una copa del mejor vino; pero por encima de todos ellos está mi placer favorito, ver la cara que ponéis cuando esa mujer se marcha con vuestro dinero o cuando entre estertores, tiráis la copa ya vacía de veneno.
Ahora decidid con cuidado qué deseo será el último, que ya me aseguraré yo de disfrutar del mío… Amo.
Es lo malo de dejarse llevar por los impulsos primarios: que te impiden pensar.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Efectivamente. Se suele pensar con lo que no se debe.
ResponderEliminarEquipo Deprisa.
comparto contigo, es cierto hay que saber controlar los deseos y si son malos uir de ellos. BUEN POST.
ResponderEliminarMuchas gracias Juana. ;)
ResponderEliminarEquipo Deprisa
Tened cuidado con lo que deseais, no sea que se haga realidad.
ResponderEliminarUn saludo del Bardo
contundente!
ResponderEliminar